Cuidar bien tus accesorios de maquillaje es muy importante. Nos ponemos maquillaje muy a menudo, con diferentes cosméticos, a diferentes horas del día y en diferentes condiciones. Tienes que saber que los aplicadores y los pinceles de maquillaje sucios y húmedos son el lugar perfecto para las bacterias que luego se transfieren a nuestra piel. Después es cuestión de tiempo hasta que aparezcan alergias e inflamaciones. Entonces, ¿cómo podemos cuidar bien de nuestros pinceles?
1. Lava tus pinceles tan a menudo como puedas
Es muy recomendable lavar los aplicadores después de cada uso para evitar el desarrollo de bacterias. Los dermatólogos aseguran que, sólo lavando los pinceles después de cada maquillaje, podemos estar seguros de que estén libres de bacterias. Aunque, óptimamente, deberías lavar más a menudo los pinceles usados para los productos líquidos (cada dos días) y, los de los cosméticos sueltos, menos a menudo (cada cuatro o cinco días). Lo mejor sería que no usaras pinceles que no hayan sido lavados en más de una semana. Por supuesto estamos hablando del maquillaje diario.
2. Aplica la técnica de lavado correcta
Deberías lavar tus pinceles con delicadeza, porque incluso el producto de mejor calidad se puede romper si no lo tratas con respeto. Nunca remojes o frotes tus pinceles contra la pelusa. Moja los pinceles debajo de un pequeño chorro de agua caliente desde la base hacia abajo. En la palma de tu mano o en una esponja de silicona especial (Brush Egg) para pinceles, aplica un poco de limpiador (un jabón o champú antibacterias sería lo mejor). Ahora, con un movimiento circular suave, frota las cerdas del cepillo con el producto y, después, acláralo. Repite hasta que el agua salga limpia.
3. Seca tus pinceles correctamente
No sólo el lavado es importante, el secado también lo es. Un buen secado, mantendrá su forma y su precisión. Es importante permitir que los pinceles se sequen ellos solos, y no intentar acelerar el proceso usando un secador. Lo mejor sería poner los pinceles a un lado sobre una toalla de papel. Puede que te resulten útiles las redecillas para pinceles, las cuales ayudan en el secado. Aunque no es necesario. Evita secar tus pinceles en radiadores y lugares calientes, pero intenta también no dejarlos en el baño, debido a los mayores niveles de humedad. Suelen deshacerse y son más difíciles de secar.
Deja un comentario